miércoles, 2 de octubre de 2013
El Coliseo romano
El Coliseo es un anfiteatro de la época del Imperio romano, construido en el siglo I ubicado en el centro de la ciudad de Roma. Originalmente era
denominado Anfiteatro Flavio (Amphitheatrum Flavium), en honor a la Dinastía Flavia de emperadores que lo construyó, y pasó a ser llamado Colosseum por
una gran estatua ubicada junto a él, el Coloso de Nerón, no conservada actualmente. Por su conservación e historia, el Coliseo es uno de los monumentos
más famosos de la antigüedad clásica. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1980 por la Unesco y como una de Las Nuevas Siete Maravillas del
Mundo Moderno el 7 de julio de 2007.
En la antigüedad poseía un aforo para unos 50 000 espectadores, con ochenta filas de gradas.1 2 3 Los que estaban cerca de la arena eran el Emperador y
los senadores, y a medida que se ascendía se situaban los estratos inferiores de la sociedad. En el Coliseo tenían lugar luchas de gladiadores y
espectáculos públicos. Se construyó justo al Este del Foro Romano, y las obras empezaron entre el 70 d. C. y el 72 d. C., bajo mandato del emperador
Vespasiano. El anfiteatro, que era el más grande jamás construido en el Imperio romano, se completó en el 80 d. C. por el emperador Tito, y fue
modificado durante el reinado de Domiciano.4 Su inauguración duró 100 días, participando de ella todo el pueblo romano y muriendo en su celebración
decenas de gladiadores y fieras que dieron su vida por el placer y el espectáculo del pueblo.4
El Coliseo se usó durante casi 500 años, celebrándose los últimos juegos de la historia en el siglo VI, bastante más tarde de la tradicional fecha de
la caída del Imperio romano de Occidente en el 476 d. C.,pero utilizado por los bizantinos. Así como las peleas de gladiadores, muchos otros
espectáculos públicos tenían lugar aquí, como naumaquias, caza de animales, ejecuciones, recreaciones de famosas batallas, y obras de teatro basadas en
la mitología clásica. El edificio dejó de ser usado para estos propósitos en la Alta Edad Media. Más tarde, fue reutilizado como refugio, fábrica, sede
de una orden religiosa, fortaleza y cantera. De sus ruinas se extrajo abundante material para la construcción de otros edificios, hasta que fue
convertido en santuario cristiano, en honor a los prisioneros martirizados durante los primeros años del Cristianismo. Esta medida contribuyó a detener
su expolio y a procurar su conservación.
Aunque la estructura está seriamente dañada debido a los terremotos y los picapedreros, el Coliseo siempre ha sido visto como un icono de la Roma
Imperial y es uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura romana. Es una de las atracciones turísticas más populares de la moderna Roma y
aún está muy ligado a la Iglesia Católica Romana, por lo que el Papa encabeza el viacrucis hasta el anfiteatro cada Viernes Santo.5 6
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